manipuraEn la sociedad que vivimos muchas veces nos vemos forzados a reprimir las emociones para ser aceptados. Sentimientos de ira, impotencia, miedo, rabia, no son bien vistos, ni tampoco las emociones más queridas por ninguno de nosotros, sin embargo son emociones: ni positivas, ni negativas, simplemente emociones.

El problema con las emociones cuando no las dejamos aflorar, es que las reprimimos y al no dejarlas emerger se quedan en nuestros cuerpos creando desequilibrio en nuestra energía sutil, transformándose en tensiones, enfermedades, baja estima por nosotros mismos, relaciones conflictivas, etc.

Las emociones tienen la tarea de reflejar nuestro mundo interno, nos indican que está sucediendo en nosotros y a nuestro alrededor, nos ayudan a interrelacionarnos con el mundo.  Miedo, sorpresa, aborrecimiento, ira, alegría y tristeza, son emociones que aparecen de forma automática, sin embargo son de corta duración, si se prolongan en el tiempo, es porque está siendo alimentada por nuestros pensamientos.

Cuando comencé a aprender sobre yoga, estudiar y sentir los chakras y la energía sutil, me di cuenta que mi tercer chakra es uno de los que necesita más atención y que mis emociones siempre han hablado alto y claro, pero por mucho tiempo no las escuché.

Haciendo un rápido recorrido por mi vida me doy cuenta de que me quedé enganchada una y otra vez en mis emociones, yo alimenté esas emociones con dedicación dentro de mí, en lugar de dejarlas emerger, fluir y liberarse.

Cuando eso pasa el plexo solar se desequilibra, alli habita Manipura, centro de poder sobre tu propia vida.  Personalmente me sucedió que hice todo esto porque sentía que era lo «correcto y adecuado»: me casé, traté de estudiar alguna de las muchas carreras universitarias que me gustaron, me divorcié, intenté ser flaca a punta de infinitas dietas, intenté ser buena madre, buena hija, buena hermana, buena amiga…tan buena que reprimí mi “lado oscuro” y mi verdadera forma de ser, me comporté como una mujer todo terreno, fuerte y firme. Así un día me encontré viviendo una vida extraña, en una ciudad extraña, buscando en mi trabajo, en misión en el mundo, en mi pareja ideal, en la aceptación familiar llenar ese espacio que debía completar una “emoción positiva” para ser feliz.

Finalmente, rendida ante tanta exigencia comencé a soltar mis propias ataduras y deje aflorar la artista, la humana, la «comeflor» que soy…hice teatro, yoga y escribí y escribí. Escribí sobre mí, sobre mis relaciones, sobre las personas con las que compartía mi vida, sobre mis emociones, sobre mis sentimientos, sobre mis experiencias, mis miedos, mis esperanzas, mis sueños..Finalmente entendí que con todos esos escritos solo estaban diciéndome a mí misma la verdad de lo que soy.

Me mude a una ciudad que me gustaba más, deje mi trabajo como locutora de radio y declaré en voz alta que me convertiría en instructora de yoga. Dejé de vivir una vida que no era la mía. Me hice amiga de mi ira reprimida, de mis miedos y me rendí ante la vida. Así me curé a mí misma sin terapias, ni psicólogos, sin medicamentos… solamente desatando todos los pequeños nudos que se habían enredado dentro de mi tercer chakra, del que, al día de hoy, estoy aún muy atenta.

Sobre  Manipura  3er Chakra o Chakra Plexo Solar

Ubicación: Plexo Solar, el punto blando debajo de su esternón.

Color: Amarillo.

Manipura es tu centro de poder. El lugar en el que reconoces que estás en control de tu propia vida o contrariamente que estás permitiendo que lo externo controle tu vida. Este es el centro de la felicidad, la alegría; la ira y el miedo.

Cuando el chakra del plexo solar está abierto y claro: Te sientes en control, satisfecho con la trayectoria que tu vida ha tomado. Estás feliz y te ries a menudo. Sientes equilbirio: disfrutas tu trabajo, sientes que sigues el camino de tus propios sueños, te sientes bien en tus relaciones. Te sientes libre de expreasr l oque eres y dejar salir tus emociones. Todo sale a la superficie y te gusta que eso pase, porque eres tú.

El chakra del plexo solar puede llegar a ser bloqueado por:  Sientes emociones atrapadas – cuando sientes que no tienes el control de tu vida. A menudo, esto se debe a que haces un trabajo que aborreces, una relación que no está dándote felicidad, o el hecho de no vivir una vida auténtica. También puede ser bloqueado por reprimirte, por tener un cúmulo de emociones retenidas que estás tratando constantemente de retener presionándote mucho.

El desequilibrio de manipura puede provocar: problemas de estómago de todo tipo, indigestión, reflujo, acidez estomacal, náuseas y dolor. Además, sentimientos de ira contenida, miedo, ansiedad y preocupación, que, por cierto, en espiral hacia atrás estos crean trastornos digestivos.

Para comprobar si hay una causa de desequilibrio, pregúntate:

¿Me siento en control de mi vida?

¿Voy en búsqueda de mis pasiones?

¿Tengo suficiente tiempo para mis hobbies / mis amores?

¿Estoy viviendo la vida que quiero vivir?

Puedes experimentar con las cartas del tarot, la meditación y otras formas de auto-exploración.

Cosas que hacen que Manipura esté feliz:

Reír a diario

Decirte a ti mismo la verdad

Comer / beber alimentos te calientan (jengibre, pimienta, chile)

Viajar hacia tu interior

Ser espontaneo

Haciendo un mapa de tus sueños

Manejar libremente por una carretera larga

Alimentación y especias para sanar y equilibrar el Manipura Chakra:

Usa especias que te calienten, como el jengibre, la pimienta y el cardamomo.

Los alimentos picantes, curry y pimientos.

Asana Yoga: Dhanurasana (Arco). Masajea el vientre profundamente riendo y respirando.

Si quieres saber más sobre la armonización y autosanación de tus chakras participa en el Workshop Chakras

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