Me encantan las personas que son capaces de visualizar, imaginar y ver con detalles lo que desean en su vida, las personas que visualizan la vida en positivo tienen la capacidad de manifestar en el mundo tangible lo que pasa primero en su mente.
La verdad es que esta capacidad la tenemos todos, sin embargo en la sociedad nos suele condicionar y tendemos a perder el poder de visualizar lo positivo, lo que soñamos, lo que deseamos realmente y le damos más espacio a visualizaciones y creaciones negativas, pero si algo es real es que tenemos el gran poder de manifestar lo que pensamos y visualizamos.
Visualizar es imaginar, imaginar lo hacemos con el hemisferio derecho, al cual le atribuimos la capacidad creativa, talentos artísticos, emociones y el cual está vinculado con experiencias kinestésicas y sensoriales de todo aquello que no puede expresarse con palabras, pero no por eso es menos real.
Usar el hemisferio derecho nos impulsa a crear, a atrevernos, vivir en el presente, romper parámetros y paradigmas. Desarrollar el uso del hemisferio derecho nos ayuda a imaginar, a visualizar con más detalles, a desarrollar la capacidad sensorial. Cuando pensamos, visualizamos y sentimos, la experiencia se hace creíble y por ende ya para nuestro cerebro es una realidad, y así se materializa en el mundo físico.
El cerebro es una máquina poderosísima, aprender a usarla a favor de la vida en positivo nos aporta salud, calidad de vida, alegría y sirve contundentemente como una barrera protectora contra enfermedades, depresiones, ansiedades, stress, etc.
Por donde comenzar? Visualiza, imagina, déjate sentir, libera tu creatividad, expresa tus emociones, siéntelas, vive cada momento, toma vías diferentes, flexibilízate, adáptate al cambio, rompe la rutina, permítete ver otras alternativas, no te quedes solo con lo conocido, atrévete a superar tus propios límites, al final los únicos limites que existen son los autoimpuestos, nada nos limita más que tener miedo a romper las fronteras de lo conocido, cuando es allí precisamente donde nace la vida, donde evoluciona, donde aprendemos y tenemos la capacidad de renacer una y otra vez.
