Nadie puede ser perfecto. La imperfección esta presente de alguna manera en todo lo que conocemos en la vida.
Las imperfecciones nos hacen encantadores, únicos, interesantes. Si fuéramos perfectos la verdad resultaría bastante aburrido con el tiempo ¿No crees?
Wabi-sabi es un término japonés que se deriva de la idea budista de que todo es impermanente. Es algo que he estado pensando últimamente, tratando de apreciar el hecho de que estamos aquí para disfrutar de lo que tenemos, mientras dure y no pensar tanto en la perfección.
Wabi-sabi me ha enseñado que es en las imperfecciones donde está la belleza, y esto es algo que mucha gente no entiende.
Como todos, no soy buena en ciertas cosas y me pase gran parte de la vida exigiéndome demasiado dándole atención a esas cosas para «perfeccionarlas» en lugar de darle fuerza a las cosas donde soy excelente ¿por qué esto o aquello no puede ser mejor? o ¿por qué algo no es como yo quiero que sea? ¿Saben? He aprendido a dejar que esos pensamientos se alejan y simplemente aceptar el ahora y lo que tengo.
Constantemente me recuerdo a mí misma que no hay nada en la vida que pueda ser «rígidamente» perfecto. Creo que necesitamos mas flex y menos rigid, mas corazón y menos mente, desde que hago yoga mi cuerpo a tomado flexibilidad y creo que mi mente también (gracias a dios!)
Flexibilizarme me permite ver que todas las cosas son más queridas cuando tienen imperfecciones, que no todo es como yo quiero que sea y así esta bien, que aceptar y disfrutar mi aquí y ahora con lo que tengo es genial, porque todo cambia y nada es permanente.
Es en la combinación de fortalezas e imperfecciones donde radica lo que nos hace encantadores, diferentes y únicos y allí encontramos el amor y la belleza.
