En estos días resuenan más que nunca los “Círculos de Mujeres” espacios donde grupos de féminas pueden liberar sus emociones, compartir sabiduría, recibir apoyo para desarrollar talentos y proyectos, superar momentos difíciles o simplemente explorar el infinito mundo femenino.
En medio de una sociedad patriarcal estos grupos fortalecen la esencia de lo femenino y nos ayudan a desarrollarnos como mujeres sin ánimo de perder el amor y la compasión por lo masculino, al contrario nos ayuda a integrarnos interna y externamente con nuestras esencias masculinas y femeninas.
Una de las connotaciones que más gustan de los círculos de mujeres, es que en ellos no existen las jerarquías, todas pertenecen, hay igualdad, es así como una cultura se comporta cuando escucha y aprende de cada uno de sus integrantes, por eso creo que los círculos son una experiencia que al replicarse generan la base para la nueva sociedad que brilla allá en el futuro (espero que cercano)
Los círculos pueden ser una iniciativa consiente y estructurada donde se traten temas específicos y se de apoyo a cada una de sus integrantes en diversas áreas, pero creo que en este momento están pasando otras cosas, porque de forma “inconsciente” las mujeres se reúnen para hacer diversas actividades o compartir diversas situaciones de vida, por eso creo que estos círculos (que son ancestrales) están en nuestro inconsciente colectivo, por ejemplo, mi grupo de yoga de martes y jueves en Centro Holístico Despertares fue creado con la intención de atender las necesidades de hombres y mujeres, sin embargo casi un año después de su nacimiento el grupo está constituido por mujeres, y en él además de hacer yoga, hacemos charlas, conversamos sobre diversos temas, promovemos la vida sana, meditamos, hacemos ejercicios de imaginación guiada, recibimos invitados especiales…no solo hacemos yoga, es un grupo de apoyo y sostén para la que lo necesite, allí se liberan las emociones y energías que en otro lugar no se pueden liberar y nos recargamos de energía y fortalecemos nuestros sistemas, más que una clase de yoga…es un círculo de mujeres, y particularmente siempre que comienzo una clase de yoga me encomiendo y honro a la divinidad, a mis maestros, a mis ancestros y a los ancestros de las participantes, así que no estamos solas! Estamos bien guiadas!
Creo que este es un momento hermoso para comenzar a hacer con conciencia cada acción de nuestra vida, ya las mujeres nos reunimos naturalmente para apoyarnos unas a otras, siempre tenemos una (o varias) amiga, hermana, prima, mamá, tía, abuela en el camino que nos acompaña y apoya y nos impulsa a ser mejores, a seguir adelante, a conquistar las sueños, a conocernos mejor y a tratarnos mejor. En este momento hacer círculos de mujeres es importante porque nos fortalecen, nos dan luz en el camino y nos ayudan a desarrollar la intuición, la sabiduría y elevar la autoestima.
Hoy les dejo un fragmento del Libro “El Millonésimo Círculo” de Jean Shinoda Bolen, una guía esencial para los círculos de mujeres
¿Como hacer un círculo de mujeres?
1. Crear un espacio a modo de altar, alrededor del cual se congregarán las mujeres.
2 . Pasar de la charla social al círculo sagrado requiere antes que nada captar la atención de cada miembro: ¿mediante un sonido?, ¿unas palabras? Piensa de antemano cómo se hará.
3 . En cuanto exista esa atención silenciosa, será necesaria una nueva transición: la atención habrá de enfocarse, en vez de fuera, dentro. Decide también previamente cómo y cuándo introducirla.
4 . Recuerda que todas y cada una de las mujeres deben sentirse cómodas. Cualquier elemento nuevo o desconocido debe inspirar confianza, y no recelo.
5. Y recuerda que la primera reunión del círculo es el comienzo. Lo que suceda en ese primer encuentro influirá en los posteriores. Cuando se está creando algo nuevo, el comienzo importa.
6. Estás creando un círculo con un centro espiritual. Conserva en tu mente la imagen de los radios de una rueda, o la imagen de un fuego que arde en el centro de un hogar circular, porque una imagen, un arquetipo, imbuye de energía al círculo.
¿Cómo centrar el círculo?
Hay cosas que ayudan a centrar un círculo: el tañido de una campana o de un tambor, tararear, o entonar un cántico, unos minutos de meditación silenciosa, o unas palabras, encender una vela, o visualizar un centro. Colocarse alrededor de un centro con las manos entrelazadas crea, literalmente, un círculo, y es también un acto con un poder centralizador en el sentido espiritual. Utiliza cualquiera de estos recursos cuando sea necesario volver a centrar el círculo, pues los círculos y las personas se descentran a veces.
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