El arco es una asana que genera felicidad, el pecho se abre y expande y la capacidad de respirar es mucho más amplia. Fortalece los músculos de la espalda y estira el frente del cuerpo, tobillos, muslos, ingle, abdomen, pecho, garganta y los flexores profundos de las caderas.
Estimula los órganos del abdomen y cuello y desarrolla la postura. Masajeas el vientre, abdomen, intestinos, estimula el chakra manipura y svadhistana.
Esta posición se utiliza terapéuticamente para tratar ansiedad, constipación, fatiga, molestia menstrual, dolores leves de espalda y molestias respiratorias.
Se utiliza para mejorar desviaciones de la espina, como escoliosis, cifosis, etc. Sin embargo, está contraindicada en quienes padecen problemas en la zona lumbar, hernia discal, escoliosis, inflamación intestinal, hernia hiatal o hipertensión.
¿Cómo hacer esta asana?
Recuéstese sobre el estomago, con sus manos a los lados, con las palmas hacia arriba. Mientras exhala, doble las rodillas y lleve los tobillos lo más cerca posible a los glúteos. Tómese las rodillas con las manos. Mientras inhala, levante los tobillos alejándolos de los glúteos, mientras despega los muslos del suelo. Dirija la mirada hacia adelante y mantenga la posición, sonría, balancéese, disfrute su cuerpo.
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