Escuche el título de esta nota en ingles, en un video que lanzó Youtube por el día del orgullo gay, la invitación en este video, más que a “salir del closet” era a ser exactamente quién eres sin cambiarte.
Me pareció una frase poderosa, y además aplicable a todos. Personalmente creo que no hay mayor fuerza que la que nace de ser totalmente auténticos, no hay energía más intensa que ser nosotros mismos y poder poner toda nuestra energía verdadera a favor del mundo, así, de forma honesta comenzamos a cambiarlo.
La sociedad donde nos desarrollamos nos impulsa a seguir patrones y modelos de vida tildados de “exitosos” “adecuados” “correctos” si entramos en esos patrones somos “aceptados” y vaya, los seres humanos, si algo queremos ser, es ser aceptados por nuestros clanes.
Pero en la búsqueda de amoldarnos a esos patrones nos vamos encontrando que hay muchas cosas de nosotros que la sociedad reprime, y nos olvidamos que llevamos dentro mucho más de lo que mostramos,
Con el tiempo nos encontramos que no cabemos en el molde y que, si nos ajustamos a él, terminamos siendo muy infelices y además poco eficaces en dar al mundo lo mejor que tenemos. La consecuencia es represión, energía contenida acumulada en una sombra latente que puede desatarse de formas impredecibles y violentas… la represión de lo que somos genera opresión y nadie que vive oprimido es feliz, ni da lo mejor de sí mismo.
Los tiempos que vivimos nos invitan a vivir de forma más libre, honesta y autentica, nada como tener el coraje de ser exactamente quién eres, así, sin cambiarte nada, con tu luz y con tu sombra, no existe absolutamente nadie en el mundo que pueda dar lo que tú tienes para dar, que pueda experimentar la vida como tú, que disfrute de lo que tu disfrutas.
Entrando en el camino de la total aceptación tomamos responsabilidad por nuestra vida, si somos capaces de ver exactamente quien somos, seremos capaces de saber que queremos hacer con eso, que queremos dejar tal como está y que queremos ajustar, pero no por rechazo, sino por evolución, por transformación, por crecimiento.
El principio de vivir felices es ser nosotros mismos, experimentar la vida desde nuestra verdad, ser agradecidos por tener la oportunidad grandiosa de vivir, de poder estar aquí y ahora, exactamente donde estamos, reconociendo que todo es perfecto y que somos parte importante de este plan divino, cada vez que tomamos decisiones vamos modificando el mundo y mientras más auténticos seamos, más fácil será darle al mundo eso que vinimos a dar, nuestra presencia hace una diferencia, decidámonos a hacer siempre algo muy bueno con la vida que nos ha sido dada!

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