Estos días me suena mucho la palabra «autenticidad», que libertad la que nos otorga el ser auténticos! Y cuantos problemas nos evitamos al serlo.
Yo creo que las acciones hablan más que las palabras y siempre nos delatan, así que puede que tengas gran capacidad para hablar, pero el lenguaje va mucho más allá de lo que se dice.
Es muy difícil y aparatoso esconder lo que realmente somos, además agotador. Es muy engorroso querer ocultar algo o querer mostrar lo que no somos, porque al final cada acción es movida por algo interno y nuestras acciones proyectan nuestra energía.
Perdemos el tiempo si queremos mostrar algo que no somos, si mentimos la verdad, nos estamos mintiendo a nosotros mismos. Y desde allí quedamos muy mal con nuestra conciencia y al final solo es un laberinto que no nos deja disfrutar de lo hermoso, honesto, transparente y claro que nos puede dar la vida. Mostrar lo que de verdad somos nos permite ahorrarnos muchas decepciones, alcanzar mas alegrías y unirnos a personas cónsonas a nuestra vida. Al final siempre existirá gente que nos ame como somos y gente que no, nos allanamos el camino uniendo con gente que ame, respete y admire lo que somos.
Caminar por la calle del medio de nuestra propia esencia es asumirnos libres, es tener amor por nosotros mismos y ese es amor del más puro, es caminar con la frente en alto y la sonrisa constante, es disfrutarnos y permitir que nos disfruten a cada paso. Es reconocer que somos únicos y que solo por eso ya es un privilegio mostrar nuestra verdadera esencia con orgullo. Además que libres y ligeros nos sentimos cuando simplemente somos genuinos.
