Visitar Caripe del Guácharo puede ser alucinante, es tanto el verdor y la frescura de este pueblo que uno se siente a ratos dentro de un bosque encantado, donde el tiempo corre lentamente o como decía mi amiga Adriana: en Caripe uno siente que vive dentro de un brócoli…
En este ambiente maravilloso, fresco, natural y armonioso Avryl Vizoso abrió las puertas de su casa para compartir su Programa de estudio: “Cultivando la paz interior” donde el yoga y la meditación fueron las prácticas centrales.
Avryl es instructora de Yoga especializada en Anusara, su esposo Iván es escalador y juntos están haciendo realidad el Campamento Wayare, un lugar para compartir yoga, escalada, meditación y vida simple y sana. El terreno donde se levanta Wayare es mágico, tiene una pared de escalada llamada El Santuario y la vista es verde infinito.
Entrar en el mundo de esta pareja es sentirse en el “amor”. La sencillez y calidez de su hogar nos cobijó infinitamente y tener el privilegio de poder palpar como los sueños se materializan es una alegría, Wayare sin duda es un lugar trascendente, sus bases están bien fundadas y desde ya es un espacio para crecer y disfrutar.
En ese ambiente único donde sentimos que los sueños son posibles, que el amor es la base más fuerte que existe, que la vida es más que este cuerpo físico, compartimos meditación, yoga, alimentación sana en manada y días de silencio.
La experiencia fue esclarecedora, nos llevó a mirarnos a nosotros mismos desde el yoga, desde el corazón, desde adentro… compartimos unos días únicos, alineándonos con nuestra propia esencia, aprendiendo y sanando. Además que privilegio: estrenamos con yoga y mantras el Campamento Wayare, un lugar que está bendito y que estoy segura resonarás en vibraciones aún mucho más altas porque expresa el amor que Iván y Avryl tienen uno por el otro, por sus hijas y por el espacio donde siembran ese amor en cada metro de tierra.
Que hermosa redacción. Gracias Patt!