libertad “Cuanto más penosas son las consecuencias del enojo, que las causas que lo produjeron”

Marco Aurelio

¿Porque tanta ira y violencia en un mundo que pide a gritos paz y calma? ¿Porque guardamos tanto los sentimientos de frustración y enojo y luego explotamos?

Compartí recientemente un taller sobre la liberación del miedo, y algunas personas preguntaban sobre el manejo de la ira. Ciertamente es un tema en el tapete en el momento que vivimos en el mundo, exigimos paz, pregonamos paz, deseamos paz, pero esa paz poco se ve en nuestro día a día, necesitamos un cambio, sin embargo ese cambio solo es real si comienza dentro de cada uno de nosotros, reconociendo nuestras emociones, aceptandonos y compromentiendonos con nosotros mismos a tener una vida más plena y feliz.

La tradición cultural de nuestra sociedad propicia la “supresión” del enojo, esto hace que también se supriman los canales de expresión del enojo. Esta actitud es represiva, y a la larga se convierte es demasiada carga para seres humanos llenos de emociones básicas, como la ira, el miedo, la frustración. En nuestra sociedad actual expresar el enojo “está mal” “no es correcto y además es señal de “debilidad”

Por esas y muchas otras razones tenemos poca experiencia en las formas de expresar el enojo, frecuentemente vivimos la ira en términos “todo o nada” o me callo, o pierdo el control sobre mí mismo.  Necesitamos urgente herramientas para aprender a manejarnos. Veamos que podemos hacer…

¿Cual es la raíz del enojo? Nos enojamos cuando algo nos frustra. Por ejemplo: voy manejando y se produce una cola, me han prometido algo y no cumplen, espero algo de mi pareja, familia, amigos, trabajo o incluso de mí mismo y no sucede.

Cuando la frustración sobrecarga el sistema, este busca una válvula de escape para descargarse, es similar a abrir la válvula de escape una olla de presión, la frustración produce en la sangre un intenso aumento de adrenalina que pone al organismo tenso, en alerta y listo para el combate.

Ese es el componente químico del enojo, es importante saberlo porque descargar la tensión permite que la ira se disipe. Osea, cuando bajan los niveles de adrenalina, la ira cesa y podemos ver con mayor claridad los acontecimientos. Lo lamentable es que no todos contamos con un canal para descargar la intensidad de la ira y terminamos reprimiéndola, convirtiéndola en una bomba de tiempo que tarde o temprano explota… y muchas veces se convierte en un terrible ataque a nosotros mismos o al prójimo.

Hay muchas técnicas para descargar la ira, aqui te dejo algunas, leelas, internalizalas, observate con consciencia para poder usarlas a tu favor y permitirte liberar el enojo sanamente:

1.- Descárgate. La descarga es independiente del otro, su función es disminuir la tensión adrenalinica acumulada. Algunas personas descargan mejor a través de los brazos, las piernas, otras a través de la voz. Cada una puede utilizarse, por ejemplo golpear almohadas, patear un balón, correr, caminar o sencillamente gritar libremente.

2.- Date tiempo, en la medida que transcurre la adrenalina va disminuyendo en el torrente sanguíneo, respira profundo y apártate del detonante de la ira hasta aquietarte

3.- Comunicante asertivamente. Una vez realizada la descarga da a conocer, clara y abiertamente, lo que sientes para que el otro conozca el efecto que su acción produce en ti. Trata de incluir una propuesta para reparar la situación presente y así evitar repetirla en el futuro.

4.- Reconoce tu enojo, dale espacio, todos nos enojamos y frustramos alguna vez, es natural que nos pase,  lo que hace dañino el enojo es la acción destructiva sobre otro, o sobre uno mismo, no la descarga en sí.

5.- Práctica yoga, karate o tai chi, particularmente el Kundalini Yoga es recomendado para liberar emociones

6.- Vuelve la meditación un hábito de vida

Cuando no reconocemos el enojo y lo dejamos acumular hasta que explota surge un deseo de castigar al otro por lo que insultamos, enjuiciamos, descalificamos y atacamos, en forma extrema, se llega a la violencia física. Más allá cuando no se descarga el enojo se convierte en tensiones musculares crónicas y en trastornos cardiovasculares, afectando seriamente la salud.

Si reconoces que acciones te causan enojo y aprendes a expresarte asertivamente con claridad, firmeza y respeto, en lugar de atacarte a ti mismo o al otro, la ira se disipará y podrás tener una vida más plena y feliz. Si por el contrario eres de los que crees que enojarse es descontrolarse, insultar, atacar y convertir al otro en tu adversario y hacerlo de otra manera es ser “la madre Teresa de Calcuta” tiene trabajo por hacer…

 

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