Triunfar hoy día para la mujer implica ser buena madre, una brillante profesional; conseguir tener un grupo de amigas; aprender a ser independiente a nivel emocional y económico; tener espacio para leer, hacer ejercicio y practicar aficiones; entrar en una talla «s» el resto de su vida; tener al lado a un hombre que valore su esfuerzo, su trabajo, le quiera tal y como es, sea cariñoso y comprensivo, y sepa compaginar con ella las tareas domésticas y la educación de los hijos...
Demasiados roles, exigencias y expectativas altísimas, al final llevan a replicar el modelo de “mujeres orquesta” «todoterreno» que tienen la sensación de estar en todo pero internamente terminan agotadas..
Esta tendencia, este multifacetismo generalizado hace que muchas mujeres sientan que si no cumplen a la perfección todas sus actividades, entre ellas atender a sus hijos, encajar en su familia o grupo social, ser politicamente correcta, controlar sus emociones o preveerse sustento, se valora a sí misma de forma negativa.
Hay mujeres que se sienten “malas madres” «irresponsables» por no cumplir con expectativas impuestas por la sociedad, sienten la presión de tener que desarrollar una infinidad de roles impuestos y reprimir su verdadera naturaleza, para que no se asome su «mujer salvaje» como la llama la psicologa Clarissa Pinkola Estés… (y que paradoja es al final la mujer salvaje la que siempre nos salva)
Siglo XXI y todavía son muchas las mujeres que les apena darle la teta a sus hijos en público, que sueñan con el famoso principe azul, que luchan para mantenerse en talla S, que corren al esteticista para desaparecer sus arrugas, que desechan y anulan a los hombres en su vida porque ella lo pueden todo y lo hacen mejor, que se desconectan de sus cuerpos, que silencian el llamado de su naturaleza para quedar bien, que contribuyen silenciosamente (e incoscientemente) a su propia violacion de derechos, que desconocen el verdadero valor de su esencia femenina y terminan padeciendo enfermedades. Es dificil estar sanas si no somos capaces de sentirnos felices y cómodas habitando la genialidad de nuestros cuerpos y experimentando nuestra propia vida , si nos rechazamos a nosotras mismas, si dejamos que la dura voz grabada en la ancestralidad de patriarcado siga viviendo en nuestras células.
Necesitamos despertar la conciencia, valorarnos mas, amarnos más, atendernos más, escucharnos más, sentirnos más y sobre todo ser más nosotras mismas sin temos a que la tribu nos excluya, sin temor a que «a mi manera» no es aceptado…
La sobreexplotación de lo femenino necesita ser reconocido, solo con el fin de sanar y enaltecer nuestra esencia, a lo femenino creo que hay que darle un mejor trato, valorarlo y enriquecerlo, armonizarlo y desde alli atrevernos a vivir como nos de la gana sin pensar tanto en el «modelo correcto» quizás ese modelo correcto no es el adecuado para ti, porque tú eres única y por más que estés marcada por las tendencias sociales donde te desarrollar, quizás ese modelo solo sea una moda más. Creo que estamos en el momento justo donde lo prioritario es escuharnos a nosotras mismas, dejarnos llevar por la intuición, movernos al ritmo de nuestro corazón y nuestra esencia femenina.
La fotografía pertenece a «El Proyecto Nu» una serie de desnudos de mujeres honestas de todo el mundo. El proyecto comenzó en 2005 y se ha mantenido fiel a la visión original: no hay modelos profesionales, maquillaje y cero glamour. El objetivo del proyecto es mostrar la naturalidad, los sujetos y sus personalidades, los espacios, las inseguridades y peculiaridades de cada ser, promoviendo así la aceptación y diversidad.
Fantástica Patricia.
Gracias Nana por tu comentario.
Excelente Patricia. Igual aplica para nosotros los hombre. «El modelo correcto» en lo que nos corresponde
Pablo me alegra mucho tu comentario, tienes mucha razón, es muy sabia tu acotación Feliz dia!
Excelente tu artículo!
Gracias Carmen por tu comentario. Feliz dia!