Todos tenemos sueños y anhelos, no hay ninguno que nos sea dado sin la posibilidad de hacerlo realidad. El alma “inserta” los sueños como pequeñas chispas de luz que encienden las ganas de recorrer un nuevo camino, de encender con pasión una idea, de cultivarla hasta hacerla material.
Los sueños se vuelven realidad, créeme, créete, los sueños que se guardan en el corazón silenciosamente, con amor profundo, con paz, con alegría, los sueños que se imaginan con detalles, que se vuelven expresiones del corazón mismo, llegan. Lo importante es saber que sueñas de verdad, que deseas materializar de verdad, que parte de tu alma quiere expresarse.
Los sueños son parte de nuestra misión de vida, se nos dan los sueños como pistas para poder encontrar dentro de él el camino hacia nosotros mismos, se nos dan los sueños, y con ellos, las personas que nos ayudan a construirlos, las ideas, los materiales, la creatividad, la imaginación, la intención, la decisión, la acción y poco a poco, construimos confianza y desde allí nos damos cuenta de que todo es posible de lograr.
Sueña, sueña grande, bonito, colorido y diseña esa vida que amas, eres un ser maravilloso, inigualable, nadie se compara contigo, con el brillo de tus ojos, con tu rostro hermoso, con tu genética indiscutiblemente única, nadie podrá darnos eso, que solo tú tienes para dar.
Tu sueño es el complemento de otros sueños, de otros seres únicos e inigualables… hazlos realidad, todos esperamos una sola cosa: ¡VERTE FELIZ SIENDO EXACTAMENTE QUIEN ERES DANDOLE AL MUNDO TU MEJOR SUEÑO!