Si quieres conectarte con la montaña y el mar, disfrutar la sencillez de forma amable y cómoda, alucinar con el sol, el mar, la neblina, la lluvia, las estrellas, la luna y el azul del cielo, darte un baño en aguas marinas cristalinas, interactuar con delfines, dejar el pasado correr por una cascada de agua helada y disfrutar de la atención cordial de gente cargada de amor y buen servicio, te recomiendo darte una paseíto por el oriente venezolano, llegarte hasta el estado Sucre y subir a los Altos de Santa Fé hasta  la punta de la montaña donde está la posada “Balcon Caribeño” de Yves Dubonnet.

Este lugar está cargado de magia, su ubicación privilegiada nos regala una vista al mar que en pocos lugares del mundo podríamos disfrutar, el clima allí caprichosamente pasa del cálido sol a una neblina amorosa, del frío delicioso a la calidez de una montaña a orillas del mar.

El constructor de la posada es el mismo Yves, que utilizó todos los regalos de la naturaleza a su favor y dejo fluir su creatividad infinita para lograr una posada que es amigable con el ambiente en donde se ubica, llena de líneas curvas y colores amables en paredes, pisos y techos.

Yves es ebanista y en toda la posada se siente su pasión por la madera, que usó para definir la estructura y destacar los detalles, otra hermosura son los pisos y el paisajismo del jardín, para completar construyó una piscina con borde infinito con una pequeña cascada que relaja con su sonido delicado e iluminación tenue.

Las habitaciones son sencillas pero muy bien logradas, colchones cómodos, ventiladores de techo, aunque el clima es agradable y al abrir las ventanas entra una brisa con aroma a montaña, baños con agua caliente, detalles en gres, madera y en  hierro forjado logran contrastar la sencillez del lugar.

Tiene además una churuata al aire libre, que es área social donde se combina el comedor, cómodos sofás, puff y hamacas para disfrutar la vista, al fondo una plancha excelentemente ubicada donde el aroma de las preparaciones seducen en silencio el paladar,  ramas de romero sembrado en la misma posada bordean la plancha y esparcen su aroma atrayendo a los comensales.

La verdad es que quedé gratamente sorprendida con esta sencilla posada porque los detalles hacen una gran diferencia, y allí abundan, fresas naturales como parte de los jardines, romero, cayenas, trinitarias, un banco para ver hasta el infinito del mar y las luces de la isla de Margarita brillar en la noche, grama, terrazas con diferentes plantas, vajillas de gres, atención amable, mucha cordialidad y una paz infinita.

Es un lugar ideal para relajarse, amar, avistar aves, desconectarse del mundo, meditar, hacer yoga, celebrar la vida y dejarse llevar por la indefinible energía que lo complementa. Lo recomiendo para grupos hasta 15 personas que deseen hacer actividades como yoga, relajación, meditación, talleres y entrar en contacto con la naturaleza.

Las reservas incluyen alojamiento y comidas, generalmente desayuno y cena para que disfrutes de conocer diferentes lugares y regreses al atardecer, pero si quieres almorzar allí también es posible. Si necesitas traslado aeropuerto posada aeropuerto, o terminal de bus a la posada y viceversa, o el traslado para tomar la lancha para ir a Mochima puedes contratarlo con Yves.

Allí trabaja además David, un Cumanés enorme, con el corazón tan grande como su cuerpo, que se quedó en los altos y que es un privilegio conocer por su amabilidad y atención, además un guía excelente que te hará reír y disfrutar mientras conoces  los caminos a cascadas y playa a través de la montaña.

Ellos pueden darte las coordenadas para que tengas un guía y lancha para recorrer Mochima,  decirte que lugares visitar y con quien compartir, porque al final de eso se trata viajar de dejarte fluir, guiar, conocer,  interactuar, de disfrutar y dar y recibir lo mejor de cada uno.

Si viajas desde la isla de Margarita te recomiendo trasladarte en carro con Naviarca que está trabajando muy bien, el ferry limpio, a tiempo, organizado y con buen servicio y puedes trasladarte con facilidad.

Qué alegría y que privilegio confirmar que en Venezuela hay tantos lugares hermosos y gente dispuesta a compartir lo mejor de sí misma en cada una de las cosas que hacen. Es el amor que le ponemos a nuestras acciones lo que marca la diferencia y en esta posada sobra el amor por cada cosa que la conforma y cada cosa que se hace.

Para información y reservas en  Posada Balcón Caribeño escribe al email [email protected] o llama al 0426-3372413

Te invito a visitar su página en facebook para ver más fotos 

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