La semana pasada compartí un artículo llamado Auto Conocimiento como parte de mi plan de ascender por la escalera que nos eleva hacia nuestra verdadera autoestima. Siento que trabajar mi autoestima de forma honesta y auténtica me lleva por el camino de la libertad de ser yo misma y que paz se siente cuando transito mi propio camino, con sus altos y bajos, luces y sombras, sentirse en paz con uno mismo nos coloca en el bienestar y la plenitud.
Creo que es primordial reflexionar sobre el concepto que tenemos de nosotros mismos para poder construir una autoestima verdadera y ser congruentes entre lo que pensamos, sentimos, decimos, hacemos.
El autoconcepto es básicamente la imagen que tenemos de nosotros mismos. Esta imagen se forma a partir de muchas variables, pero es particularmente influenciado por las interacciones con las personas importantes en nuestras vidas. Estas creencias cuando no son tomadas en cuenta pueden llegar a limitar areas de nuestra vida.
Es importante saber que no siempre el concepto que tenemos de nosotros mismos es precisamente verdadero, puede suceder que tengamos una imagen inflada de nosotros mismos y considerarnos mejores de lo que somos atribuyendonos cualidades que no ejecutamos o por el contrario tener una imagen negativa y considerarnos inferiores a lo que realmente somos, destacando nuestros defectos o debilidades.
En el artículo Auto Conocimiento, escribimos una lista de cosas que nos gusta de nosotros y una lista de las que no nos gustan de nosotros, leer esa lista nos puede ayudar a construir un autoconcepto lo más cercano a nuestra verdad desde donde podremos autoevaluarnos y aceptarnos tal y como somos ¿Cómo lo hacemos? el primer paso es VERNOS ¿Comenzamos?
- Lee tu lista y reflexiona en cada una las fortalezas y debilidades que escribiste, pregúntate si escribiste cada cosa desde tu verdad o desde un juicio o un concepto de otro (padres, maestros, hermanos, amigos, sociedad)
- Al leer cada fortaleza y cada debilidad pregúntate en que ocasiones has actuado así y por qué.
- Reflexiona si realmente eso que lees es lo que eres o lo que deseas ser, o si es una actitud condicionada por tu entorno.
- Ahora elige reforzar las cosas que te gustan de ti y afiánzate en esas fortalezas. En cuanto a lo que consideras tus debilidades, dales un lugar en la lista, enuméralas por orden de prioridad o importancia y elije trabajar una a una en ellas transformándolas en lo que te gustaría ser o hacer.
- Comienza solo por una frase. Por ejemplo, si en tu lista aparece: “me siento mal cuando digo que si a algo cuando en realidad quiero decir no” pregúntate ¿que puedo accionar o hacer para que eso cambie?, pregúntate ¿en que ocasiones, a que personas, bajo que circunstancia digo si cuando quiero decir no?, luego imagínate que acciones puedes tomar para aprender a decir no contundentemente, sin culpas y haciéndote sentir bien. Comienza a tomar acción.
- En el próximo artículo hablaremos de la autoevaluación, para definir que nos apoya contundentemente y que nos sabotea contundentemente y poder paranos en la auto-aceptación!
Por cada frase trabajada estarás elevando una bandera de logro para tu propio bienestar, apóyate en tus fortalezas, permitente transformar lo que no te gusta en algo que, si te gusta, y verás cómo puedes construir una verdadera autoestima, entablando firmemente un autoconcepto sano y congruente con quien realmente eres.
Te aconsejo incluir en tus rutinas prácticas de yoga, meditación y pranayamas para conectar con tu verdadero ser y lograr tu bienestar verdadero honrando cuerpo-mente-espíritu.
Esta es la base de nuestra libertad verdadera, te dejo un hermoso escrito de Virginia Satir
Las Cinco Libertades
La libertad de ver y escuchar lo que está aquí,
en lugar de lo que debería estar, estuvo o estará.
La libertad de decir lo que se siente y se piensa, en lugar de lo que se debería sentir y pensar.
La libertad de sentir lo que se siente, en lugar de lo que debería sentirse.
La libertad de pedir lo que se quiere, en lugar de tener siempre que pedir permiso.
La libertad de arriesgarse por su propia cuenta, en lugar de optar únicamente por estar “seguro” y no perturbar la tranquilidad.
Virginia Satir
