Chía es el nombre común de Salvia hispánica, un alimento que consumían los aztecas y que hoy en día están haciendo una reaparición.
Las semillas de chía son una fuente inagotable de nutrición. Llenas de proteína, fibra, ácidos omega 3 y libres de gluten, pueden ser fácilmente incorporadas en nuestras dietas para un impulso extra de nutrición.
En un estudio publicado en abril de 2010, los investigadores del Hospital St. Michael en Toronto, Canadá, demostraron que el consumo de las semillas de chía podría ayudar a controlar el azúcar en la sangre.
En un estudio de 2007 realizado por el mismo grupo de investigadores, mostró a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares en personas con diabetes tipo 2. Sin embargo, según los resultados de un estudio de 2009 que examinó la potencial pérdida de peso en personas con sobrepeso que consumieron semillas de chía, los investigadores de la Universidad Estatal de los Apalaches fueron incapaces de mostrar un beneficio.A diferencia de las semillas de linaza, las semillas de chía no necesitan ser molidas para ser mejor absorbidas. Pueden ser mezcladas en jugos, sopas, ensaladas, etc. Usted también puede mezclar las semillas con agua y ser testigos de cómo la fibra soluble en la semilla convierte el agua en un gel. Este gel de chía se puede mezclar con virtualmente cualquier cosa para lanzar la nutrición a un nivel superior, o también se puede utilizar como un espesante en las recetas. También se puede moler las semillas o comprar harina de chía para sustituir el gluten.
Las semillas de chía son beneficiosas ya que son una buena fuente de proteínas y fibra soluble que reduce el colesterol. Aunque los estudios sobre sus beneficios para la salud no son concluyentes, es una buena idea para incluir más semillas en su dieta.
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